sábado, 2 de junio de 2012

UNA NUEVA CLASIFICACIÓN DEL SÍNDROME DEL OPÉRCULO TORÁCICO (SOT)





            Carlos A Selmonosky,MD.FACS   Raul Poblete Silva,MD.FACS


La falta de una clasificación uniforme de los diversos síntomas y signos del síndrome del opérculo torácico (SOT) ha terminado provocando una absoluta confusión tanto en relación con el significado de los términos utilizados para definir un Síndrome del Opérculo Torácico como acerca de los diversos métodos para establecer su diagnóstico.
El Dr. Wehbe, Editor del Hand Clinic dedicado al diagnóstico del síndrome del opérculo torácico, señaló en 2004 que "hay tantas maneras de diagnosticar el síndrome del opérculo torácico como cirujanos tratándolos" (1 ).
El diagnóstico del SOT, tal como lo señala la literatura médica, adolece en la práctica de la carencia de un conjunto estandarizado de signos o síntomas que permitan confirmarlo; quizás por éste mismo hecho constituye posiblemente la neuropatía periférica por atrapamiento que más es pasada por alto o es mal diagnosticada a falta de un "gold standard" que haya sido aceptado por la mayoría de los médicos (2-26).

La utilidad de ésta nueva clasificación del SOT es que permite tanto a los diversos Prestadores Primarios de Salud como a los Médicos Generales diagnosticar con facilidad las formas no complicadas de los SOT utilizando una tríada diagnóstica (3) y realizando un examen físico dirigido. Un  diagnóstico temprano del SOT ayudará a reducir la incidencia de sus complicaciones y debería mejorar la calidad de vida de muchos portadores de ésta enfermedad.
Los términos utilizados hasta ahora para describir las diversas presentaciones clínicas del SOT en la mayoría de los artículos o libros relacionados con éstos son SOT Neurogénicos, SOT Arteriales, SOT Venosos, SOT Neurogénicos Verdaderos, SOT disputados o en disputa, SOT inespecíficos o SOT comunes. Adicionalmente la descripción de éstos como de tipo Neurogénico, Arterial y Venoso en la literatura médica se ha hecho reconociéndolos como condiciones bien definidas, distintivas y fáciles de diagnosticar (24,27-30,33) aún entrando en contradicción con lo antes señalado en relación con las dificultades para diagnosticar un SOT.

El problema de su clasificación en tipos es que ésta no constituye una verdadera clasificación de síntomas o signos de SOT, sino sólo de sus complicaciones neurogénicas, arteriales y venosas. Adicionalmente, los tres tipos no están bien definidos ni son específicos ya que los síntomas y signos están mezclados entre éstos (5,11,22,29,31-42). Por ésta razón ellos deberían ser denominados más bien como SOT Predominantemente Neurogénicos, Arteriales o venosos. (37)

Antes que ocurra la complicación de un SOT tal como lo mostraba la antigua  clasificación de síntomas y signos, hay un largo período en que los SOT no complicados son diagnosticados en forma errónea. Este retardo desde el inicio de  los síntomas hasta el momento del diagnóstico ha sido reportado en la literatura médica como bastante variable, desde tres meses hasta 15 años. (7,33,43-59)

La razón para ésta nueva clasificación de los SOT que proponemos es permitir al Médico General Primario diagnosticar precozmente las formas no complicadas de la enfermedad utilizando una Tríada Diagnóstica ( 60-62) y un examen físico dirigido. Un diagnóstico precoz de los SOT reduce la incidencia de complicaciones y mejora la calidad de vida de muchos de ellos.

De acuerdo a éstas consideraciones se propone una nueva clasificación para el SOT, hay dos formas clínicas de SOT una no complicada y otra complicada.

La forma No Complicada es lejos la más común y antes se le llamó SOT disputado o en disputa, SOT inespecífico o SOT común y constituye la forma más subdiagnosticada o más mal diagnosticada de ésta enfermedad.
La forma no complicada puede ser dividida en tipos Predominantemente Neurogénicos, Predominantemente Arteriales y Predominantemente venosos. Así, cuando uno de éstos tipos es diagnosticado deben descartarse los otros dos.
La forma No Complicada puede presentarse con un amplio espectro de síntomas que van desde un dolor moderado a severo, mientras que las formas más moderadas pueden tener parestesias posicionales como su único síntoma. Estos síntomas son frecuentemente intermitentes y oscilantes.

Las formas Complicadas son más fáciles de diagnosticar, aunque a menudo demasiado tarde cuando sus síntomas y signos son detectados con facilidad. La atrofia de los músculos de las manos y la marcada debilidad de las manos son relevantes en las de tipo Predominantemente Neurogénico. La isquemia no posicional de dedos y manos, las trombosis y/o embolias de las arterias de las extremidades superiores, los aneurismas subclavios y las embolías cerebrales son síntomas frecuentes en las Predominantemente arteriales. Las trombosis venosas de las venas de los brazos, axilares y subclavias y el Síndrome de Paget-von Schröeter son los signos y síntomas de las formas Predominantemente venosas.
El dolor y las parestesias de las extremidades superiores son comunes a los tres tipos. El dolor del hombro, cuello y tórax, el dolor de la cara y la cefalea lateral y occipital son síntomas usualmente ignorados tanto de los tipos Predominantemente Neurogénicos Complicados como No Complicados.



                                                 REFERENCIAS

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